El hotel está bien situado, hasta se puede ir a pie al centro de Moroni (La Medina).
Me gustó mucho el ambiente tranquilo, la calma. La vegetación y la sombra, también. Mi habitación era espaciosa y aereada.
El personal de la recepción fue atento y me ayudó en todo momento a resolver las situations difíciles (anulación de vuelo, trámites de aduana, test covid, taxi de urgencia...).
Podría ser un hermoso lugar. La renovación del edificio y las mejoras en las instalaciones me parecen esenciales para poder lograrlo.
Me queda un buen recuerdo de mi estancia en Les Arcades.