Antes de llegar al hotel llamamos para solicitar el servicio gratuito de transporte desde la estaciĂłn de tren, tal como se anuncia en la web. Cuando llegamos a la estaciĂłn habĂa un taxista esperando con un cartel con nuestro nombre que nos llevĂł hasta el ryad. La sorpresa fue cuando nos dijeron que este servicio (anunciado como gratuito en la pĂĄgina web) no era gratuito y nos hicieron pagar el taxi.
DespuĂ©s de discutir con el recepcionista y con el encargado del ryad, apañåndonos como pudimos porque entre la atenciĂłn multilingĂŒe que ofrecen solo estĂĄ el ĂĄrabe y el francĂ©s, y depende de la hora del dĂa hasta puedes encontrar a alguien que hable un poco de inglĂ©s, nos fuimos a la habitaciĂłn.
Encendimos la televisiĂłn, pero no se podĂa ver ningĂșn canal. Luego, probamos a conectarnos a internet, pero no habĂa ninguna conexiĂłn wifi ni de baja ni de alta velocidad. Preguntando al encargado nos dejaron utilizar el pequeño ordenador que tenĂan en la propia recepciĂłn, aunque iba bastante lento.
Al dĂa siguiente, cuando fuimos a darnos una ducha, nos encontramos con una bañera sin cortinas ni nada que evitase que se mojase todo el cuarto de baño si te duchabas, y lo peor de todo es que encima no habĂa agua caliente. DespuĂ©s, cuando fuimos a ver la piscina descubierta, desgraciadamente tampoco existĂa.
Preguntando a otros clientes, nos enteramos que lo del agua caliente, era un problema general y no solo de nuestra habitación. Encima, vimos que otros huéspedes estaban en peores condiciones, ya que incluso la cerradura de su habitación ni siquiera funcionaba...
Por otro lado, hay que decir que el ryad tiene una arquitectura muy bonita, sobre todo el patio central, donde sirven unos buenos desayunos.